Me hace gracia, y tú te preguntaras el qué, poniendo esa cara de ingenua, aun en el fondo pensando y sabiendo exactamente que es. Me hace gracia que me contradigas, y que hagas suposiciones en líneas temporales que quizás hayan ocurrido, sí, y quizás no ocurran nunca, me hace gracia que no seas capaz de mirarme fijamente sin reírte y que evites todo lo posible que te mire, porque aunque sabes que lo estoy haciendo intentas evitarlo a toda costa; me hace gracia que hables del pasado y que te abras y que digas todo lo que querías haberme dicho y no dijiste, y aunque creas que no, me hace gracia todo lo que callas, y te preguntaras por qué, me hace gracia todo esto porque cuando besas todo lo que dices vuela, durante un minuto, mientras que pasa, el tiempo vuela y las palabras, las suposiciones y todo lo demás se queda quieto y realmente veo dentro de ti, y veo como todo lo que dices se nubla por un beso momentáneo, por eso me hace gracia, porque aunque las palabras digan la verdad, no e
Tenía un día de esos nublados, en los que sin darte cuenta te vistes de negro, te recoges un moño y te vas a la calle; o peor, de esos en los que te quedas en pijama y no sales de la cama. Entonces me di cuenta que nunca más volvería a vivir ese día y que si yo no me levantaba de aquella cama nadie más lo haría. Porque a veces nadie más que nosotros sabe como realmente estamos y aunque necesitemos, solo de vez en cuando, un descanso físico y mental, la cama no nos va a solucionar nada, por el contrario, solo nos atrapa más en un círculo vicioso del que únicamente nosotros podemos sacarnos. Así que decidí emplearme un poco más en mí, en sacarme lo mejor de dentro, en alegrarme la vista en el espejo. Me puse mi jersey verde, bien calentito para que no se me helase el alma, y me pinté los labios de rojo pasión, para recordarme todo lo viva que estoy, por dentro y por fuera. Y sí, me sentí más segura, más yo, más viva. Be happy