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Mira dentro de mí

Me hace gracia, y tú te preguntaras el qué, poniendo esa cara de ingenua, aun en el fondo pensando y sabiendo exactamente que es. Me hace gracia que me contradigas, y que hagas suposiciones en líneas temporales que quizás hayan ocurrido, sí, y quizás no ocurran nunca, me hace gracia que no seas capaz de mirarme fijamente sin reírte y que evites todo lo posible que te mire, porque aunque sabes que lo estoy haciendo intentas evitarlo a toda costa; me hace gracia que hables del pasado y que te abras y que digas todo lo que querías haberme dicho y no dijiste, y aunque creas que no, me hace gracia todo lo que callas, y te preguntaras por qué, me hace gracia todo esto porque cuando besas todo lo que dices vuela, durante un minuto, mientras que pasa, el tiempo vuela y las palabras, las suposiciones y todo lo demás se queda quieto y realmente veo dentro de ti, y veo como todo lo que dices se nubla por un beso momentáneo, por eso me hace gracia, porque aunque las palabras digan la verdad, no e
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Tenía un día de esos nublados, en los que sin darte cuenta te vistes de negro, te recoges un moño y te vas a la calle; o peor, de esos en los que te quedas en pijama y no sales de la cama. Entonces me di cuenta que nunca más volvería a vivir ese día y que si yo no me levantaba de aquella cama nadie más lo haría. Porque a veces nadie más que nosotros sabe como realmente estamos y aunque necesitemos, solo de vez en cuando, un descanso físico y mental, la cama no nos va a solucionar nada, por el contrario, solo nos atrapa más en un círculo vicioso del que únicamente nosotros podemos sacarnos. Así que decidí emplearme un poco más en mí, en sacarme lo mejor de dentro, en alegrarme la vista en el espejo. Me puse mi jersey verde, bien calentito para que no se me helase el alma, y me pinté los labios de rojo pasión, para recordarme todo lo viva que estoy, por dentro y por fuera. Y sí, me sentí más segura, más yo, más viva.   Be happy

Nunca muere un corazón.

Todo comienza en ti

Como cambia la vida en cuestión de segundos, quién marca el tiempo exacto en el que un corazón puede romperse por completo, quién explica como se quita la venda de los ojos sin que duela tanto. El amor es bonito, pero traicionero. Nos explican que tenemos que dejarnos llevar por lo que sentimos, pero nadie nos cuenta cuánto duele eso. Cómo explicar el dolor en el pecho, cómo dejar de sentir las punzadas en el alma. Cuando depositamos nuestra confianza, nuestro corazón y nuestro amor en alguien pensamos que jamás nos fallará, que es esa persona que siempre mirará por tu bien y que no nos traicionarán. El instinto se equivoca y con esto nuestros pensamientos se derrumban. No existe peor sentimiento que el de reconocer la verdad, darnos cuenta que todo es diferente, que no hay marcha atrás, que te han engañado, jugado contigo y han dejado tu corazón y tus sentimientos tirados por el suelo. No existe peor sentimiento que el de la traición. Cuando descubres esto sientes que te rompes poc

Septiembre

Temido septiembre, pórtate bien. Eres temido por muchas personas, porque tú sí marcas el principio de todo, dejamos a enero en un lado y realizamos nuestros propósitos para este nuevo año, tras un intenso verano todo termina, marcamos el comienzo de nuevas metas, objetivos... desechamos papeles, objetos, ropa e incluso personas que pensamos que ya no nos aportarán nada en esta nueva etapa. Aunque duela decirlo, y más hacerlo, la vida es así. Con septiembre llegan nuevos principios, aventuras, momentos. Convertimos nuestro verano en recuerdos, algunos buenos, otros no tanto y otros simplemente los olvidaremos. Querido septiembre, sorpréndeme. Tenía ganas de ti, simplemente porque traes cambios, necesarios. Eres ese mes en el que la gente se cambia el color de pelo y comienza la dieta. Porque seamos sinceros, la dieta en enero sirve de poco. Ese mes de reencuentros o de nuevas personas. Vienes con aire fresco, con ganas de comerte el mundo, refrescas el aire, nos das unos días más de

Ojalá

Ojalá. Ojalá recorrer el mundo, sin miedos, sin prisas, pararse en la belleza de cada momento, de cada lugar. Ojalá volar, sin alas, sin caídas. Soñar, soñar más allá de la realidad, de lo posible. Luchar, sabiendo que somos tan efímeros como el humo, pero con toda la fuerza que nos puede regalar el dolor. Correr, como si no hubiese fin, no sintiéramos sed, no nos cansáramos. Ojalá no dejar de sentir esa sensación, esa adrenalina, los nervios, el cosquilleo en el estómago, las miradas escondidas, ojalá no dejar de sentir esas sensaciones que nos arrojan al amor. El mundo es tan grande que ojalá alguien te haga sentir especial en ese pequeño lugar, de verdad. De repente llega alguien que te da eso que necesitas, eso que pensabas que no existía, eso que tenías olvidado. Es diferente, especial. La vida paga todo lo que das y llega ese momento en el que no puedes evitar sonreír, correr, recorrer, volar, soñar y luchar. Y no puedes dejar de pensar, ojalá... Fotografía: Gilles Nadja

Melancholy

Coger el primer avión que salga, partir sin mirar atrás, comenzar de nuevo sin posibilidad de recordar lo que quedó atrás. Hay días que tus expectativas no pasan más allá del borde de tu cama y te preguntas por qué una y otra vez, no entiendes nada, no sabes que te pasa, porque te encuentras así. Posiblemente intentes buscarle mil y una respuesta, pero ni si quiera así hallarás respuesta. Son momentos, simplemente eso. Tendrás muchísimos, porque nadie, por muy feliz que sea, puede librarse de un mal día. Te planteas gran cantidad de situaciones que has pasado y que quizás puedas echar de menos, pero jamás debes dar un paso atrás. Estás donde estás porque has sido fuerte cuando has debido serlo, no puedes echarlo todo por la borda, al fin y al cabo, tu cama no puede ser tan mala. A veces caen lágrimas, ni si quiera sabes de donde salen. Quizás debas plantearte muchas cosas: dónde estás, hacia dónde vas y las más importantes, quién eres y qué quieres. La vida no está preparada para pe